El perdón y el amor son sanadores para todos, sea cual sea el país donde vivimos. Todas las personas de este planeta necesitamos sanar nuestros espíritus primero para poder sanar permanentemente nuestros cuerpos. Hemos venido aquí a aprender las lecciones del perdón y del amor hacia nosotros mismos. Ninguna persona, viva donde viva, puede escapar de estas lecciones. ¿Te niegas a aprender esas lecciones e insistes, por el contrario, en sentirte agraviada y amargada? ¿Estás dispuesta a aprender a perdonar a los demás y a perdonarte a ti misma? ¿Estás dispuesta a amarte y a entrar en la riqueza y plenitud de la Vida? Esas son las enseñanzas de la Vida, y nos afectan a todos por igual. Todos somos Uno; todos somos creados iguales. ¡El amar nos sana a todos!