Son los Niños de Hoy, grandes seres espirituales jugando a ser niños.
El amor los impulsa, buscan cambiar la tierra, cambiar al hombre, transformar la realidad.
Quien quiera reconocer a estos niños, posee en su mirada. La transparencia y pureza de sus ojos, desnuda el alma de quien los mira. Miran fijo, de forma sabia y madura.
la emoción desborda el corazón, dentro se despierta una sensación de reverencia y respeto por él.
Traen enseñanzas, proponen cambios. Tienen una gran misión: recordarnos quiénes somos, para que despertemos nuestro poder interior y nos reconozcamos capaces de generar el cambio que necesitamos
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